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Foto del escritorJose

¡FELIZ CUMPLEAÑOS, ROBOT!

Actualizado: 31 mar 2020


¡Hola aldean@s!


Hoy os proponemos jugar a ¡Feliz Cumpleaños, Robot! Un juego narrativo de Daniel Solís, con ilustraciones de Rin Aiello y editado por NOSOLOROL, que nos invita a crear, de manera cooperativa, la historia de Robot en el día de su cumpleaños.



“¡Feliz Cumpleaños, Robot! Es un juego narrativo para familias y escuelas. Los jugadores se turnan para escribir la historia del cumpleaños de Robot.

Nunca sabes cuántas frases tienes que escribir.

¿Cuánto puedes decir en cuatro palabras?

¿Cuánto pueden añadir tus amigos con solo tres?

¿Cómo será el cumpleaños de Robot? ¿Hará Robot nuevos amigos? ¿Irá al espacio exterior?

Tú decides… ¡una tirada cada vez!”



Así es como nos presenta Nosolorol este juego, publicado en formato libro de tapa blanda de 40 páginas, también disponible en versión PDF en su web.



¡Todo listo para una partida!




Ficha técnica.

Nº de jugadores: 3-5

Duración: 30-45 minutos

Edad recomendada: 10+

Clasificación: librojuego, narrativo, cooperativo, familiar.



Introducción.


¡Feliz Cumpleaños, Robot! cayó en mis manos por casualidad el año pasado, como parte de la aportación que la editorial hizo para la primera edición de Pyre Games, las jornadas de entretenimiento alternativo al ocio digital en las que colaboramos junto al Ayuntamiento de Jaca y diversas asociaciones del entorno (y que ya tienen confirmada su segunda edición para el 3 de Octubre de este años), bueno, al grano, que me desvío. Como decía, este juego cayó en mis manos por casualidad. Como amante del rol infantil y familiar, además de los juegos de mesa, lo leí con gran interés y descubrí, para mi sorpresa, que no era un juego de rol, ni de mesa. Descubrí que era… otra cosa, una propuesta atrevida, diferente; una experiencia cien por cien narrativa y completamente cooperativa.


Esto se ponía interesante, aunque quizás era un poco pronto para mis dos peques, y a lo mejor un poco tarde ya para los dos mayores así que, con un suspiro, lo colé en la estantería entre Magissa y Do: Peregrinos del Templo Volador (otro día os hablaré de estas otras joyas), que salen a mesa más a menudo. Y ahí se quedó el pobre Robot…

Pero hete aquí que un buen día decretan el estado de alarma, tomé consciencia de los días venideros, chasqueé mis dedos delante de la ludoteca infantil y me dije ¡Ésta es la mía! Y cuando fui a echar mano, ahí estaba, haciéndome guiños con su estrecho lomito marrón satinado. Y una noche, mientras los peques dormían, me sumergí de nuevo en sus páginas.


La edición es muy bonita, con unos dibujitos preciosos que predisponen a hacer volar la imaginación y sumergirse en la historia. Las reglas están muy bien explicadas y repletas de ejemplos. Casi todas sus páginas traen consejos para maestros, ya que estamos hablando de un juego claramente enmarcado en el ABJ. Y al final trae una hoja resumen para que no tengamos que estar buscando entre las páginas si nos surgen dudas. ¡Bien por Nosolorol! Había llegado el momento. Reuní a los dos pequeños (6 y 8), preparé la partida y les expliqué las reglas.



¿Con qué soñará nuestro Robot?




Veamos cómo se juega.


Además de estar familiarizados con las reglas, necesitaremos un buen montón de dados de seis caras. El juego propone usar unos dados con caras especiales, pero no son imprescindibles. Podemos usar dados Fate o, como en nuestro caso, dados de seis caras normales. Basta con interpretar que 1 ó 2 equivale a cara en blanco, 3 ó 4 equivale a Y, y 5 ó 6 equivale a PERO (luego entenderéis). También necesitaremos un cuaderno u hoja en blanco (o ¿por qué no? una pizarra), un lápiz, una goma (esto último no lo dice el libro, pero os aseguro que vuestros peques querrán usarla), y unas veinte monedas (vale cualquier moneda, basta con que tenga cara y cruz).


Con todo esto preparado, ya podemos comenzar. Escribimos en el papel la primera frase de nuestra historia: ¡Feliz Cumpleaños, Robot! y a partir de esta frase comienza el juego. Por turnos los jugadores irán adoptando el rol de Narrador e irán lanzando dados, que nos irán dando diferentes resultados: cara en blanco (1-2), cara Y (3-4) o cara PERO (5-6).


Las caras en blanco se las queda el Narrador, las caras Y se las queda el vecino de la derecha y las caras PERO, el de la izquierda. A continuación, el Narrador escribirá tantas palabras como dados en blanco tenga, empezando a inventar la historia del cumpleaños de Robot. Tras esto, el jugador de la derecha podrá incluir tantas palabras como dados "Y" posea, y el jugador de la izquierda hará lo propio con sus dados "PERO". Tras esto, el Narrador cogerá tantas monedas (cara) como palabras haya añadido a la historia. Se devuelven los dados al centro de la mesa, y comienza el turno del jugador de la izquierda, que pasa a ser el nuevo Narrador, que repetirá la secuencia para terminar cogiendo monedas y devolviendo los dados, y así sucesivamente.


En cualquier momento, cualquier jugador puede regalar monedas (cara) a otra jugadora, que se convierten en palabras extra para ella, y se voltean (cruz). Las monedas (cruz) se consideran ya gastadas y ya no se podrán regalar. Esta secuencia se repetirá hasta que se den unas condiciones de fin de partida, momento en el que habrá una ronda extra, Epílogo, que dará fin a la historia.


Hay alguna pequeña regla adicional, tampoco me voy a extender en ello, pero como veis son unas reglas sencillas (mis peques las han entendido a la primera) que nos harán crear historias inverosímiles (os sorprenderá lo que los peques pueden llegar a inventar) de una forma completamente cooperativa.


Nosotros ya hemos creado unas cuantas, todas diferentes y absurdas. Os voy a dejar aquí la primera que escribimos, entre una peque de 6, un peque de 8 y yo (sí, ya sé que la recomendación es 10+, pero luego hablaré sobre eso), que me hizo especial ilusión:


¡Feliz cumpleaños, Robot!

Robot se levantó muy temprano y pensó: ¡Es mi cumple!

Entonces dijo: Voy a desayunar bizcocho con mermelada y fresa, tuercas, tornillos, aceite y mucha gasolina.

¡Jope! No me quedan fresas, le pediré a Juan fresas con nata.

Juan vino volando con su nave espacial.

¡Qué guay, has venido! ¿Traes fresas con nata?

¡Qué guay! Ahora puedo merendar fresas con nata ¿quieres merendar conmigo?

¡Ven anda! ¡Voy!

¡Qué buenas las fresas con nata, el bizcocho y las tuercas!

Algún día vendrás a merendar ¿verdad?

¡Claro! Pero… ¿tendrás tuercas?



Como podéis ver, cualquier cosa puede pasar en el cumpleaños de Robot. Dejad volar vuestra imaginación.


Conclusiones: la edad recomendada.


Desde Aldea Juegos sugerimos seguir la recomendación por edades de los juegos, y la recomendación de ¡Feliz Cumpleaños, Robot! no es una excepción. 10+ es una edad acertada si lo que estamos valorando es llevar el juego al aula o seguir al pie de la letra las reglas del juego. Ahora bien, si nuestros peques derrochan imaginación y les encanta inventar cuentos, o están familiarizados con los juegos y la lectura, podemos valorar usarlo a partir de 8 años, como es el caso del mayor de mis dos peques. También con más peques, como la mía de 6, podemos usarlo, si bien tendremos que adaptar la dinámica del juego. En mi caso, tras la tirada de dados, les invito a decir qué es lo que quiere que pase, y entre su hermano y yo le ayudamos a crear la frase con el número adecuado de palabras, y aprovecho mis dados para darle “salsa” a la historia si veo que decae. Además, con la práctica, las historias han ido ganando en fantasía y humor. ¡Me parto con sus ocurrencias!


¡Me encantan estos consejos!


Conclusiones: el valor educativo.


Desde el punto de vista educativo, qué decir de un juego que trata de inventar historias…

Practicamos lectoescritura, podemos hacerlo en otro idioma si tenemos el nivel adecuado, el libro está cuajado de consejos, desarrollamos la creatividad… En nuestro caso, aprovechamos para repasar ortografía, ya que no quieren escribir su historia con faltas; gramática, pues tenemos que crear frases bien estructuradas; la historia del ejemplo, por cómo la crearon, me sirvió para hablar de los signos de puntuación y su entonación al leerlos (cuando le dieron a leer esta historia a su madre, su cara fue un poema cuando la peque de 6 le dijo “¡pero no entonas bien!”, casi me meo de la risa); ¡y no veas cómo se esfuerzan por hacer buena letra!


¡Y todo esto sin que se den cuenta, mientras juegan e inventan su propia historia!


En ese sentido, cumple plenamente el objetivo del Aprendizaje Basado en Juegos: que aprendan mientras juegan. Me encantaría conocer alguna experiencia en el aula (¿Algún docente en la sala? ¡A la vuelta hablamos!) y poder llevarlo a los talleres.

Un detalle que me ha encantado son las monedas, ya que carece de valor poseerlas. Su único valor reside en regalarlas para que otra persona pueda incluir más palabras en la historia, con lo que, además, fomentamos la cooperación y el compartir. Todo un acierto.

Y cuando nos apetezca cambiar de historia, nos inventamos una nueva frase de comienzo (el propio libro trae un montón de ideas) y ¡a inventar nuevas y delirantes aventuras! También podemos preparar un atrezzo con nuestros juguetes favoritos para inspirarnos, decorar nuestra historia con un dibujo, usar bolis de colores… ¡Todo un mundo de posibilidades!


¿qué historia inventamos ahora?


Y como guinda para estos días en los que todo el mundo merece estar a salvo de exposiciones innecesarias, Nosolorol nos ofrece la opción de adquirir el libro en formato PDF. ¡Tiempo habrá muy pronto de tenerlo en formato físico!

En definitiva, un juego muy divertido con el que fomentar la imaginación y el trabajo en equipo entre nuestros peques mientras aprenden a expresarse, practican la escritura y nos sorprenden con sus ocurrencias.

Y si lo pruebas, ¡no dudes en compartir tus historias con la #GranAldea!

¡Hasta la próxima!


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